La comida, es sólo el vehículo de comunicación más directo
con Gaia, no lo tomáis así, lo tomáis como status, como privilegio, como algo
más para diferenciarse.
En verdad no es importante comer o no comer, sigue tu
instinto, conéctate con lo que ingieres. Comunícate!, los alimentos tienen para
contarte, Gaia en todas sus formas y manifestaciones. Es el acto, la intención,
la relación armoniosa, respetuosa con el entorno, con tu cuerpo, con los seres,
las plantas, todo lo que os rodea.
La pregunta es: ¿cómo estoy ingiriendo?, ¿con qué reverencia
lo hago?, ¿me conecto y estoy presente en m cuerpo y lo que manipulo e
ingiero?.
No es la cantidad, es la PRESENCIA, es la presencia en vuestro
cuerpo: ¿desea comer?, ¿cuánto?, ¿qué?, ¿cómo?. Esa es la maestría a lograr, la
comunicación con el entorno.
Si os ayudará o no a la ascención no es importante, ni
excluyente. Para algunos de vosotros necesario, pues la purificación del cuerpo
purifica la memoria celular y del alma. Para otros que ya alcanzaron un estado
más elevado de limpieza, purificación, recodificación, les queda celebrar con
amor y agradecimiento y con cada gesto y cada palabra, la conexión que tienen.
No hay reglas para nada y nadie, no existe un ser igual a
otro, el camino de cada uno es particular, tiene un modo, un tiempo y un
propósito. No tratéis de igualar a nadie. Salid de los dogmas, cuidaos de
construir nuevos esquemas y leyes que os diferencien. Cuidaos de enunciar
verdades inamovibles, no existen.
En este tiempo, cuando todo se mueve, nada se mantiene
estable, lo viejo cae, lo nuevo es imprevisible, inasible, en movimiento
constante, aprended a fluir con la totalidad. Escuchaos, reprogramaos, cada uno
sabrá qué hacer y cuándo.
Canalizado en Susuro del Alma 4 de
Agosto 2014
Por María del Carmen Romero